lunedì 15 giugno 2015

BUSCANDO TRABAJO - AZAFATA DE MUSEO

BUSCANDO TRABAJO

En éstos tiempos de ocaso critico una generación de chavales medianamente preparados y socializados aleatoriamente por la televisión y las tribus juveniles se ha lanzado al mundo del trabajo precario.Casi treintañeros que, como tortuguitas recién salidas del cascarón, se tiran al mar de la existencia a sabiendas de que más de un 95% perderá su vida en el intento.

Ser conscientes de éso podría crear un trauma en una generación ya bastante maltrecha, por éso voy a relatar aquí algunas entrevistas que he tenido o que me han contado.

AZAFATA DE MUSEO

Simona acudió a la entrevista en el museo Thyssen una cálida mañana de primavera. Mientras esperaba que menguase la excesiva antelación que delataría su inseguridad se quedó admirando los refinados productos de las vitrinas de la tienda de regalos del Museo.
-Ya lo creo que la Tita Cervera se atase a   los chopos  del Paseo del Prado, ésta sombra tan rica es un imán para turistas.

Al cabo de unos minutos ya estaba en el Museo por primera vez, albergaba la esperanza de tener que cruzar la galería, demasiado caro para los del extrarradio. Pero no fue así, en seguida la relegaron a las dependencias de los trabajadores, muy blancas y minimalista donde los carteles del sindicato solo servían para cubrir las grietas.

Al rato de estar sentada en una silla plegable sueca una puerta se abrió y un chico rubio enteramente vestido de negro, traje , camisa y corbata, y gafas de pasta verde brillante apareció desde la puerta más cercana y la invitó a entrar con una sonrisa muy amable.

-Bueno, Simona Del Bosque Dubois, muchas gracias por acudir a la entrevista. ¿Sabes de que presto se trata?

-Sí, de azafata de museo, tengo experiencia en el campo, anque en otros tipos de eventos.- Explicó Simona haciendo un esfuerzo para disimular su ansia de prestación,que la traiciono y le hizo continuar con el discurso:con -Lo que no significa que desconozca el mundo de museos y galerías de arte, ya que soy licenciada en historia del arte, con una tesis sobre Basquiat.

Durante el resumen de su vida el tío tuvo tiempo hasta de quitarse y limpiarse las gafas. Estaba vendida.

-Ahora paso a comentarte en que consiste el trabajos ¿vale? La azafata de museo es una figura que hemos creado aquí, en el Thyssen-Bornemisza, y que nos han copiado los museos de todo el mundo, el MOMA por ejemplo...- Su voz era liviana y segura a la vez, narraba la epopeya de la baronesa Thyssen fundando un ejercito de chicas bien capaces de cualquier cosa por amor al arte.
-Ésta figura consiste en el acompañar las visitas guiadas vistiendo  los fulares y accesorios inspirados en los diferentes cuadros  y que vendemos en nuestra tienda de souvenirs. ¿Qué te parece el puesto?

Simona no sabía como esconder la sorpresa, pero coño, porqué no utilizar por una vez su todo como un titulo de estudio, muchísima gente vive de un cuerpo y no les va muy mal. Quería el trabajo iba de lo suyo y hasta tenía caché.
-Me parece un trabajo estupendo, en efecto la azafata de museo me parece un pilar para cualquier galería que quiera situarse en el siglo veintiuno. Además ha sido fundado por Carmen Cervera, una mujer que admiro muchísimo.- Mientras hablaba se abanicaba ligeramente con ambas manos, se moría del calor y tenía la boca seca de tanto relamer, pero había llamado la baronesa por su nombre de plebeya. Estaba vendida.

-Muy bien, aunque hay que llevar a cabo un mínimo de ventas al mes.

-No es problema, sí vender y he podido verlos antes mientras esperaba la entrevista, son preciosos, toda mujer querría uno.-  Sonrisa y pestañeo amoroso ¡a que sé vender!

-Ehm-.. Bien...Éso es todo Simona,  te llamaremos a lo largo de la semana, tu perfil es muy interesante, aunque damos la precedencia a candidatas con un cuello menos finos, ya sabes para que las clientas se identifiquen.

-Comprendo perfectamente.- pronunció con una pizca de decepción. -De todos modos le ruego que se queden con mi currículum en vuestra base de datos, me motivaría mucho trabajar aquí, debido a mi pasión al arte y porqué la biografía no autorizada de Tita Thyssen me cambió la vida...Cuanto me he reído con el capítulo dónde Espartaco Santoni narra el episodio de las almorranas que la aquejaban ¡las tenía como un collar de perlas!

El entrevistador apuntaba algo sin mirarla, siguió: -Se me olvidaba, necesito saber tus medidas. Vais a llevar una uniforme.

Simona  llevaba unos momentos adentro de  una alucinación post-impresionista.

2 commenti:

  1. Lo peor es que si no es real, podría serlo perfectamente...

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  2. Lo peor es que si no es real, podría serlo perfectamente...

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