domenica 22 febbraio 2015

OLVIDO PRESENTE


No sé porqué en éste forzoso duermevela
me encuentro pensando en la gente que odié.
Ésta vez con extraña apatía
porqué recuerdo lo que decididamente quise olvidar.
Ahogaros en las grises gachas del pasado
vosotros que, aparte de haberme humillado,
me habeís seguramente olvidado.
No duele casi,
Como un alfiler contra las gruesas manos de un carpintero
Ése es como un sueño modesto e irrealizable,
anotado en una hojay guardado en el bolsillo del camisón de una vieja,
que un tiempo
fue mío.
Ése es algo tan insignificante
que lo raro es que lo nieguen.
Esto hace la vida tan desesperante
que lo raro es que no revienten.

giovedì 19 febbraio 2015

Ausencias y un despertar luddista

Como ahora no hay nadie
habrá que hacer frente a la ausencia.
No hay nadie en el vagón
                  que bien
menos fetos eetirpados de sus suaves uteros de plumas de oca
¿Y lo bien que sienta quedarse pegado al colchón?
¿No veis cómo las máquinas os permiten descansar?
Sola en el vagón
Parece que en los butacas vacías se van dibujando sombras.
Las sombras de quienes, durante años,
siempre a la misma hora,
ocupaban el sitio y ahora
estarán en sus camas atrapados entre sábanas
sudarios
O de pié en la oscuridad tomándose tranquilamente un café ya frío.
Pero el día se presenta Luddista
bajo la estaticidad de las luces de neon.
Las sombras se levantan,
como si fueran de hielo.
BAJAN... al ritmo de los dedos golpeando el aluminio.
Una marea decidida
frente a su venganza en el paisaje naranja chillón de la estación.
Los sigo ipnotizado. por las escaleras.
A m despertar luddista no puede sumarse cualquiera.
Barroco el triunfo
entre los máquinas de billetes
Sangrando confetti rosa
sin poder sufrir.
La controlo ra se alegró de no haber estado allí
ésa mañana se había enredado en un saco de dormir.

sabato 7 febbraio 2015

LA ACTUALIDAD RE-SUMIDA POR EL RETRETE

                            UNO
A Ias 7 y 1 José se levantó y el ruido de sus zapatillas hacían heco en la habitación.
Encendió el fuego debajo de la cafetera individual y fue al baño.
Entre los vapores que exhalaba el agua caliente en la que limpiaba la navaja de afeitar y la voz brillante y viril del locutor de las noticias éso parecía el paraíso.

Hablaban de Grecia.

José era un hombre monótono, vivía solo, trabajaba solo, hablaba solo y lo mejor de todo: deseaba estar solo.
Le molestaba emparejar hasta el cuchillo con el tenedor así que comía como un soldado con dientes y cuchillo.

El locutor seguía con su discurso: la Unión Europea rechazaba la idea de seguir comprando deuda griega. En otras palabras pasaba de estar dando de comer a ése nido de subversivos, lo mejor tenían suerte y el gobierno recién nacido moriría si le dejaban con ilegitimidad e indefensión, por amor a las metoforas, igual que un tullido bebé spartano.

A José le encantaba ver como la vida jodía a los demás, no se trataba de sadismo, más bien de ironía. Otra cosa que le daba autentico regocijo era ver como los políticos venían desmentidos en público, era muy fan de éstos programas  irriverentes y "comprometidos".

El día parecía empezar de manera correcta.
Jose se tomó su primer café rápido y sin sentarse, su perfil jorobado frente al balcón de la cocina le hacia parecer a un uno, tras él el rosa y el naranja de la aurora empezaban una fiesta.

Mientras bajaba al bar se recordó de porqué no votaba. Simplemente un día decidió él era invisible para la estadística e inútil a la democracia...y ése desde hace mucho,eran los tiempos de Felipe Gonzalez y él ya era un viejo en el futuro.
Su voto no servía de nada, talvez si hubiese tenido una familia entera, capaz de hacer virar el país hacia un mundo feliz o de tirarnos otra vez al barato...Pero no.
José no tenía descendencia, así no tendría que verselas col futuro. Tampoco tenía muy claro cuanto iba a durar el suyo.
No quería jubilarse.
En fin, nada le indignaba ni le hacía demasiado mal.

En el bar los espíritus estaban revueltos.
«Hace falta un cambio ¡coño!»
«Claro, hay que cantarle las cuarenta a la Merkel y ayudar a los países vecinos.»
«Sergio, mi caféy una tostada.» Dijo José divertido por el revuelo.
«¡Que pesaos! Siempre hablando de política. Ya se que nadie quiere comentar como perdió el Atleti ayer.»
«Calla Pepe.» le dijo el rubio «¿Ya sabes lo de Grecia?»
«Joder si os habéis tomado a pecho lo de la prima de riesgo ¿que pasa nos los jugamos a la Bonoloto?»
« ¡Jaja! Que gracioso el tío.¿No te gustaría que todo fuera mejor? ¡Abajo con los ladrones!»
«Si volvieran las cosas como antes éso sería un gran empujón a tu negocio de los sellos, como ésa gente es de cultura.» Añadió el barista alargando la mano pretendiendo su moneda. Sergio se debía a su negocio.
«Se llama numismatica. Y no creo que ya haya margen de mejora.» Precisó José limpiando la moneda antes de entregarla al barista.
«¡Me parto la polla con éste tío.» dijo el autobusero.«Pero creo que es muy importante Pepe... y parece que habrá que enrollarse para tener un cambio.»
« Se dice enrolarse, Rubio.»
« Lo que esté en el diccionario José, puto sabio...Escucha ésto que te va a gustar. No va el presidente de Grecia y le dice a los alemanes que por la crisis en su país hay nazis, y quien mejor que los alemanes para ayudarles a combatirlos.»
«¡JeJe, inaudito! A ti lo que te pasa es que eres muy rojo. Corre que vas a retrasar la ciudad.»

Un día cualquiera sin poder ser más escépticos nos encontramos europeos.
Ya han nacido miles de hijos de Erasmus sin poder pasar del bicampanlismo y la resaca del cocktail moneda única y Rayanair. Es como cuando se extraña a un novio exasperante.