giovedì 19 febbraio 2015

Ausencias y un despertar luddista

Como ahora no hay nadie
habrá que hacer frente a la ausencia.
No hay nadie en el vagón
                  que bien
menos fetos eetirpados de sus suaves uteros de plumas de oca
¿Y lo bien que sienta quedarse pegado al colchón?
¿No veis cómo las máquinas os permiten descansar?
Sola en el vagón
Parece que en los butacas vacías se van dibujando sombras.
Las sombras de quienes, durante años,
siempre a la misma hora,
ocupaban el sitio y ahora
estarán en sus camas atrapados entre sábanas
sudarios
O de pié en la oscuridad tomándose tranquilamente un café ya frío.
Pero el día se presenta Luddista
bajo la estaticidad de las luces de neon.
Las sombras se levantan,
como si fueran de hielo.
BAJAN... al ritmo de los dedos golpeando el aluminio.
Una marea decidida
frente a su venganza en el paisaje naranja chillón de la estación.
Los sigo ipnotizado. por las escaleras.
A m despertar luddista no puede sumarse cualquiera.
Barroco el triunfo
entre los máquinas de billetes
Sangrando confetti rosa
sin poder sufrir.
La controlo ra se alegró de no haber estado allí
ésa mañana se había enredado en un saco de dormir.

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