Había una vez una reina triste porque no podía tener hijos.
Desesperada siguió el consejo de una bruja para quedarse embarazada, la bruja
le dijo: <Esta noche antes de irte a dormir tirarás un cubo de agua debajo
de la cama. Verás que por la mañana habrán aparecido dos flores una blanca y
una negra. Tendrás que comerte la blanca
y dejar la negra, solo así tu deseo se hará realidad.>
La reina siguió las instrucciones y por la mañana encontró
las dos flores debajo de su cama, se comió la blanca y era tan dulce tan dulce
que una vez terminada no resistió a comerse también la flor negra, que olía mal
pero resultó estar igual de dulce. Como previsto la reina se quedó embarazada y
a los nueve meses parió una niña bellísima, delicada como la flor blanca. Pero
nada más nacer la niña de la barriga de la reina salió un macho cabrío que
llevaba a cuestas una muchacha mugrienta que esgrimía un cucharón de madera. La
reina horrorizada dijo:<Sacadla de aquí ahora mismos no quiero volver a
verla> pero las dos hermanas eran tan unidas que si la Muchacha del Macho
Cabrío se alejaba la otra no paraba de llorar.
Las dos niñas crecieron y tanto una era dulce y obediente
cuanto más la otra contestona, y tan mandona que cuando se le ponía algo entre
ceja y ceja no había otra que contentarla. Así pasó un día de Navidad, estaban
comiendo a la aburrida mesa de los reyes
y de repente escucharon risas y música proveniente de una puerta que
llevaba al sótano: <Madre que son estas risa y esta música? Yo quiero ir a ver…> dijo la Muchacha del
Macho Cabrío ; <Imposible, allí abajo están festejando la fiesta de Navidad
de las brujas y nosotras no podemos ir.>. Pero como ya he dicho la Muchacha
del Macho Cabrío no aceptaba un no por
respuesta y se fue a abrir la puerta del
sótano como si nada…de la puerta salió una bruja que como un rayo se fue hacia
la hermana obediente y cambió su cabeza por la de una vaca. <Muu, muu, estoy
muuu triste…> <No te preocupes
hermana> la consoló la muchacha <Yo sé exactamente como devolverte tu
cabeza, pero necesito un barco y que nos lancemos a la mar tu y yo solas.> <Tu
estas flipando pepinillos> dijo la reina, pero ya sabemos que la Muchacha
del Macho Cabrío siempre conseguía lo que quería.
Así que las dos hermanas se dieron a la mar, la Muchacha
remaba con la ayuda de su cucharon, la otra lloraba y mugía desesperada
mientras que el Macho Cabrío daba brincos por la cubierta. Llegaron a la isla de la bruja y sin ningún
esfuerzo la muchacha recuperó la cabeza de su hermana.
Siguieron navegando…y llegaron
a una isla en la cual había dos
guardas protegiendo el acantilado <¿Quién
eres tú y qué quieres?> <Solo
hablaré con el rey ¡traedme al rey!> En efecto en esa isla vivían un rey y
su hijo que buscaban esposas y en cuento se lo comentaron el rey corrió a hablar
con la Muchacha que le dijo: <Señor rey aquí tengo una hermosa princesa para
que se case con Usted, pero a cambio su hijo tendrá que casarse conmigo> el
rey aceptó nada más ver a la hermosa hermana.
El día después se iban a celebrar las nupcias, el rey y la
hermana obediente estaban felices, pero el príncipe iba al altar con ojos
llorosos y pies de plomo. <Por qué estás tan triste príncipe mío?¿No te
alegras de casarte conmigo?> preguntó
la Muchacha del Macho Cabrío <No, no estoy contento en absoluto, no quiero
casarme con una chica tan desagraciada y mugrienta…> <Lo que tú eres es
un gran maleducado, en vez de llamarme mugrienta por qué no me preguntas por qué
llevo un cucharón de madera….> El príncipe, remoloneando le preguntó :
<Por qué llevas un cucharón de madera?> <Lo que tú ves como un
cucharón de madera para mi es el cetro de una reina > en cuanto dijo esto el cucharón se
transformó en un cetro y los harapos de la Muchacha en un elegante vestido. El príncipe
la miró asombrado pero seguía haciendo pucheros <Por qué estás tan triste príncipe
mío?¿No te alegras de casarte conmigo?>
preguntó la Muchacha del Macho Cabrío <No, no estoy contento en
absoluto, no quiero casarme con una chica tan rara…> <Lo que tú eres es
un gran maleducado, en vez de llamarme rara por qué no me preguntas por qué no
voy encima de un macho cabrío….> El príncipe, remoloneando le preguntó :
<Por qué vas encima de un macho cabrío?> <Lo que tú ves como un macho
cabrío para mi es el más hermoso corcel > en cuanto dijo esto el macho
cabrío se transformó en un caballo blanco. No obstante la expresión del príncipe
no cambió <Por qué estás tan triste príncipe mío?¿No te alegras de casarte
conmigo?> preguntó la Muchacha del
Macho Cabrío <No, no estoy contento en absoluto, no quiero casarme con una
chica tan fea que no es capaz ni de cepillarse el pelo…> <Lo que tú eres
es un gran maleducado, en vez de hablar
de mi fealdad por qué no me preguntas por
qué en la cabeza llevo una maraña de
pelo, barro y hojas secas…> El príncipe, remoloneando le preguntó : <Por qué
en la cabeza llevas una maraña de pelo,
barro y hojas?> <Lo que tú ves como una maraña sucia es para mí la corona
de una hermosa reina. > Dicho esto ella toda se transformó en la mujer más
hermosa que el príncipe hubiese visto nunca y saltando de alegría dijo: <¡Ahora
sí que quiero casarme contigo!> Y la Muchacha del Macho Cabrío contestó:
<Si por qué encima soy tonta y me voy
a casar con un tío que me llama
mugrienta, rara y fea….Anda y que te ondulen con al permanen…¡Vamos mi
corcel!> Y así desapareció en busca de otras aventuras.
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