“En el luminoso centro está el
individuo y de él o ella irradia la familia, unidad esencial de intimidad y
amor. Porque es la familia la que transmite a nuestros hijos, al siglo XXI, nuestra cultura, nuestra fe religiosa, nuestra
tradición y nuestra historia.”
George
W. Bush 2001
No
queridas no se trata de una inspiración para las que buscáis una frase para
tatuar, sino de una prueba de como el post-machismo es un discurso muy completo
que se va construyendo desde hace década como defensa ideológica para defiende el
estructura heteropatriarcal.
Siempre se ha dicho que la
sumisión sistémica de las mujeres es necesaria para impedirles educar a su prole en la igualdad y en el empoderamiento, pero los andamios sobre los que se regía esta
manera de vivir se han ido derrumbando uno a uno tras 300 años de pensamiento
feminista, y los machos acojonados de
quedarse sin nadie que les cuide han planeado un sistema prueba de bomba para
seguir teniendo hijo e hijas que vayan predicando su mensaje supremacista por
el mundo.
Es importante
recordar que aquí solo pretendo hacer un resumen de un artículo de la antropóloga
….. que se mueve en el contexto del feminismos estadounidense (que acepta la
idea de que se pueda alcanzar la igualdad sin tener que prescindir del capital)
y tener en cuenta la supremacía de la etnia WASP (blanco, anglo-sajones y
protestantes) en la sociedad de EEUU.
Éste arma es el vientre de
alquiler. Un concepto que para alguien sique siendo muy complicado de abordar
por encontrase en los límites de lo público y de lo privado, menos para quienes
crean en la dignidad humana como base
para construir un futuro donde todas las personan sean iguales.
Cuando el mundo se regía
meramente en las leyes de la naturaleza la maternidad pudo ser biológica (una
madre y la prole que ha salido de su vientre) o social (adopciones) mientras que la paternidad, al carecer de
certeza biológica, tiene que considerarse como una construcción social.
Desde los años ’60 una serie de
innovaciones tecnológicas han sucesivamente alejado la relación (antes
absoluta) entre el coito y el embarazo: lo primero fue la aceptación social de
unas formas de control de natalidad lo que hizo que mantener relaciones
sexuales no llevara obligatoriamente a un embarazo y hasta aquí todo fantástico,
la liberación sexual ha sido un logro estelar en la historia del feminismo,
pero es discutible el uso a su favor que el heteropatriarcado ha hecho
de nuestros hermosos, libres y auto determinados cuerpos.
Luego llegó
la fecundación en vitro, cuyo objetivo en sus albores era arreglar las mujeres
imperfectas que no podían llevar a cabo su consigna ante el mundo, dar un hijo
a sus maridos, que por eso trabajaban y
se habían hecho con un chalet cándido en las afueras. Estoy hablando desde un
punto de vista patriarcal, ésta claro que la fecundación en vitro en si tiene
ventajas, una sobre todas: separó la necesidad de tener coito para quedarse
embarazadas.
Y ahora en época
de “maternidades subrogadas” no existe ninguna necesidad de haber una unidad orgánica
y biológica entre el feto y la madre.
La maternidad subrogada por una
pareja heterosexual solo sería “justificada” (entre comillas y para quienes
quieran justificar esta barbaridad) para casos en que la mujer no pueda llevar
a cabo una gestación, pero en muchos casos si podría facilitar sus óvulos para ésta
nueva vida, pero debido a causas legales nacidas de los primeros nacimientos “subrogados”
ésta práctica no se lleva a cabo, prefieren garantizar la pertenencia del recién nacidX al padre.
Ahora bien, cuando unX bebé
subrogado viene al mundo hay que
inscribirlo y el padre puede certificar su paternidad sin la
necesidad de hacer una prueba de ADN (si cada duro se
encontrase con su dueño y cada hijo con su padre…la que se armaría, solía decir
una vieja tía) mientras que la madre de
alquiler no puede reclamar la maternidad y
la esposa del padre biológico tiene
que tramitar la adopción del hijo de su marido.
Así que gracias a la tecnología
los hombres han logrado asegurarse la paternidad dejando la maternidad como
servicio (la reproducción) o como bien de consumo (adopto/reconozco como mía la
role que mi marido ha conseguido gracias a otra mujer, cosa que no es para nada
novedosa) y esto tiene resultados terribles para la esposa del padre, que se encuentra
teniendo que cuidar hijo que deseaba pero que no es suyo, se le ha negado toda
participación en el procesos y en todo momento y para toda la vida se verá
deslegitimizada en la toma de decisiones de todo lo referente a este individuX.
El afán para asegurarse el
control sobre las almas de la familia
viene del protestantismo en el cual el
padre es autoridad en la familia como
dios lo es en el universo.
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