giovedì 17 dicembre 2015

FASCINACIÓN POR LA POLÍTICA


Al entrar en el cálido hogar después de estar en la calle helada el vaho se le subió a la cabeza sumiéndole en un torpor de ensueño, o eran sus gafas empañadas, al limpiarlas apareció su padre en la distancia leyendo un periodico enorme.La foto anulaba la portada del ABC.

Un hormbre enrme de raza hispana se bañaba sin miedo en la playa dónde,poco antes, habían caído unas bombas nucleares. Estaba con unos embajadores y otros personajillos que desaparecían frentes a su porte, escombros... Todo en él era fuerte como una bofetada; el pelo engominado que en el régimen valía más que las medallas, sus pectorales caídos, demasiado macho para sentirse en la obligación de ofrecer a una mujer un cuerpo lejanamente atrayente, si solo son agujeros para hijos, que nunca sobran. Era tan insultarte y poderoso a la vez que se le escapó un suspiro.

Sus hermanos le reclamaban para jugar a los cowboys, venían de ver una pelicula de John Wayne, pero él pensaba en el NO-DO. Antes del filme las imágenes de Palomares le impactaron pero se le olvidaron en cuanto los disparos anunciaron el ataque a la diligencia. Se prometió hacerse con el periodico y haciendo de tripas corazón se fue a jugar.

Cuando su padre le vió merodear la basura para coger el periodico pensó que su hijo tenía vocación de politico y se alegró.
Él escondió la página en el cajón y la sacó en cuanto sus hermanos se durmieron. Entre las sábanas almidonadas y la manta que picaba encontró la paz que buscaba desde que ésa imagen se le pegó a la retina. No era Capitán América, no era Superman, era el ministro del turismo que se enfrentaba sin miedo a la radioactividad.

Siempre fue un tipo muy formalito, pero sentía una cierta inconformidad en su ser, que si bien muchos llamarian homosexualidad a primera vista, el la sentía como rebeldia interior a la que podia ganar con la fuerza de la autoflagelación. No quería pensar en ése señor porqué le hacía feliz, sabia que no estaba bien pero era un descubrimiento, algo que le dibujaba una sonrisa, así sin más.

La página se quedó en el cajón e pasaron los años, en chico creció y llegó a ser...


Si llega a ser primer mininistro incapaz de aceptarse a si mismo ve a la pàgina 54.

Si llega a ser un aclamado decorador de sofás para tertulias televisivas y salones de ensueño ve a la pàgina 145


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